Kike Fontán: "Llenarme como persona es la consecuencia de ver que una persona tira hacia adelante"
Andreu Sánchez Castillero
Su apariencia juvenil se contradice totalmente a su filosofía de vida. En apenas diez años, Enrique Fontán (Barcelona, 1990) ha encandilado a todo aquel que ha pasado por delante suyo. Su vocación por las personas y por hacer frente a las injusticias y las desigualdades le han conducido a ASÍS, un centro de acogida que ampara a todo tipo de personas en situación de sin hogar.
Kike, como le gusta hacerse llamar, recuerda con nostalgia aquel chiquillo intrépido y apasionado por el arte que des de bien joven ingresó con ilusión a un pequeño grupo de teatro. Su talento escénico, por suerte o por desgracia, jamás acabó consagrándose; puesto que pronto se daría cuenta que él disfrutaba más tras los camerinos. “No fue otro que el teatro, quien me empujó por primera vez a las personas”. Con poco más de catorce años empezó a colaborar en el teatro como monitor de un grupo infantil. Fue en esta época de su vida cuando le ofrecieron viajar a Marruecos para hacer un voluntariado con adolescentes conflictivos. “Este viaje prendió la chispa que revoloteaba en mi interior des de hacía años”.
“El Centre d’Acollida ASSÍS me puso a prueba”. Después de estudiar Integración Social y a punto de graduarse por Educación Social, empezó sus prácticas en la asociación. Actualmente es el responsable del área ocupacional que consta de actividades para el tiempo libre y de una rama de formación e inserción laboral. “El seguimiento de estas personas en situaciones extremas va más allá. Ofrecemos una vertiente formativa: trabajamos los hábitos de compañerismo e higiene. También impulsamos a nuestros asistentes al mundo laboral, mediante formaciones en informática y jardinería, entre otras”.
Frunce el ceño. La conversación empieza a calentarse y los temas de conversación comienzan a derivar en injusticias, desigualdades y lucha. Siento que Kike no sabe muy bien cómo decir exactamente lo que recorre por su mente. Pero todos los presentes, sabemos a la perfección lo que quiere decir. “Esta no es la problemática”, refiriéndose a la acumulación de personas sin techo que viven en Barcelona. “El problema es el estigma que ha generado la sociedad”. Kike demuestra su timidez con sus palabras. Le cuesta encontrar la forma en la cual expresarse.

El educador social nos recibió en la sala de talleres del centro. MARTA PEDRAZA
Pero eso mismo es lo que hace mostrarnos su sinceridad. Todos los presentes vemos en los ojos de Kike la voluntad y la fuerza que intenta plasmar en forma de palabras. “Hay una problemática de vivienda, hay una problemática laborar, hay una problemática social… En general hay una fuerte crisis socio-económica que genera la creación de estigmas y prejuicios”. El educador social sobretodo intenta explicarnos que la sociedad actual necesita un cambio. Necesita desprenderse de la herencia a la cual nos hemos sometido y “quitarnos la venda de los ojos”.
Mientras subíamos al despacho donde nos reunimos con Kike, paseamos por todo el centro. Para mi sorpresa, en el ambiente no se notaba tensión. Más que seriedad o tristeza, a cada paso que daba veía sonrisas, cordialidad, abrazos. La complicidad que se ha generado en la asociación es inexplicable. “Tratamos de que los asistentes nos vean como uno más. Que no se sientan jerarquizados ni inferiores”. La ayuda es imprescindible. Y la clave del éxito se basa en el hecho de no juzgar. “Yo creo que no juzgar ya es mucho. También tender la mano. Entender que el día de mañana puedes ser tu o yo quien pase por esta situación”. La empatía en estas situaciones es imprescindible. Kike juega con los muchachos a fútbol, Kike es uno más de los talleres de cerámica y costura. Kike no es un profesor. Es un orientador, un guía, el empujoncito que ellos necesitan y sobretodo un educador.
No sé cómo hablarle de las adicciones y las drogas. “Nosotros cuando detectamos que una persona tiene una adicción lo primero que hacemos es hablar con ella”. El Centro ASÍS no se encarga de tratar las adiciones. La asociación goza de distintos convenios colaborativos con otras entidades sanitarias a las que derivan este tipo de circunstancias para que todo aquel que lo necesite pueda ser asistido. En todo caso, Kike matiza que el paso previo a la asistencia sanitaria pasa por la concienciación.
Tratamos de que los asistentes nos vean como uno más. Que no se sientan jerarquizados ni inferiores
“Nosotros tratamos de trabajar para abrirles los ojos. Y hasta que ellos mismos no son conscientes y tienen la voluntad, no podemos actuar y brindarles todos nuestros recursos posibles”. “A mí, llenarme como persona es la consecuencia de ver que una persona tira para adelante”. “Es muy difícil separar mi vida personal de mi vida en el centro. Al final te sientes tan dentro de todos ellos, que no consigues desprenderte”. Kike no se imagina un futuro lejos del centro, siente que este es su presente y que su futuro depende de ello.
Para ampliar:
#404homelessnotfound, iniciativa asociada con el centro de acogida Assís.
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